Serie: Recorriendo la ciudad / Lo cotidiano de Hanni Ossot
Hemos visto modos, movimientos, gestos muy breves
la infinita circulación de instantes
Hemos andado por calles que un día aparecen luminosas
y otras alcanzadas por la opacidad
Hemos percibido el temblor, la presencia inminente
de aquello que va haciéndose
conservándose como cosa o hálito
Hemos visto hombres, casas, tierras, no del todo comprensibles
hemos sido extrañados
puestos a un lado
por lo nuevo y lo raro
Hemos inventado formas de amor para atacar lo solo
Hemos bebido con placer puesto que no nos está negada la fiesta
—la necesaria fiesta aún desde la precariedad
Respiración nos circunda
y poseemos ojos para mirar lo innumerable
ojos del alma
capaces de contener heridas y noticias
De realidad estamos inundados
hay una montaña que nos atraviesa
hay un ruido golpeante de mar
hay siempre en nosotros un vestigio, una huella
ferviente
animal
vibrante
Eternidad de ser se anda entre nosotros
río siempre sonoro
fuente siempre encendida
apego a saber que algo, alguien, sea una cosa
querencia a una forma
Y decimos esto es, y lo llenamos
no importa de qué suposiciones
Hay lo posible: el azul del cielo
la calle los muros
los sueños
las cosas ahí
asaltando con su presencia.
Ah rara brevedad, de tu misterio y tu goce no queremos la vacancia
¿A qué se podrá después decir: he visto, he palpado?
¿Quién hará de nosotros la otra historia?
Hemos visto querellas
casas en fuego
bibliotecas que acumulan sudor de presencia
documentos insuficientes
apócrifos inútiles
excusas
Hemos dicho haber visto el fluir y lo estable
poseemos datos claros de cada movimiento
también en nosotros se anda la precaución
edificada por la memoria
la experiencia de antiguos dolientes
Ah oscuridad... y queremos llevar hacia ti el jardín
la casa
la corriente
la luz que ilumina la habitación.
¿A qué podremos decir que hemos visto?
Hanni Ossot
En: Espacios para decir lo mismo
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