Diablos Danzantes de Turiamo Corpus Christi


"Conmigo no baila cualquiera porque yo respeto al Santísimo Sacramento y lo hago respetar, es una tradición que exige obediencia, disciplina y respeto, como en todas las cofradías, así son nuestras reglas".


Casimiro Croquer
Primer Capataz de los Diablos Danzantes de Turiamo
Santisimo Sacamento (Corpus Christi)

                            


















Los turiameros, que colocaban sus coloridos trajes y sus máscaras para burlarse del diablo y rendirse ante el Santísimo Sacramento nueve jueves después de jueves santo. El jueves de Corpus Christi es un día de entrega espiritual durante el cual la historia, la cultura y la religión se unen para encarnar en baile, atuendo y música el dominio del bien sobre las fuerzas del mal. La celebración de Corpus Christi es protagonizada por los llamados diablos danzantes pertenecientes a distintas cofradías o hermandades y que año tras año visten coloridos ropajes y máscaras para rendirse tras horas de danza y sincretismo religioso, ante el Santísimo Sacramento.

Los diablos reciben la madrugada del jueves con un hervido luego de horas de ensayos y el acostumbrado rezo al Santísimo Sacramento frente a su altar donde Casimiro Croquer, como Primer Capataz de los Diablos Danzantes de Turiamo, acostumbra santiguar a los danzantes con agua bendita y colonia 70. Este ritual va acompañado de tres oraciones, como dicta la tradición, "para protegerlos del mal y los libren de todo peligro". Luego los diablos Danzanes se trasladan de 23 de Enero hasta La Coromoto donde se alistan con sus trajes y máscaras, cencerros, mandador, cuatro y maracas en dirección a la iglesia a escuchar la misa junto a sus compañeros danzantes. Culminada la jornada, los diablos danzantes se despreden de sus máscaras luego de recibir órdenes del primer capataz para posteriormente disfrutar de una merecida cena luego de horas de baile.

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